Willow – La computadora cuántica de Google resolvió en 5 minutos algo que a una de las supercomputadoras más rápidas le llevaría 10 septillones de años.

Introducción

La computación cuántica se considera el próximo gran avance tecnológico. Mientras que las computadoras actuales utilizan bits que solo pueden asumir dos estados (0 o 1), las computadoras cuánticas se basan en cúbits, que pueden existir en múltiples estados simultáneamente. Esto les permite realizar cálculos mucho más complejos y, potencialmente, resolver problemas que actualmente son imposibles para las supercomputadoras más potentes. En este contexto, el nuevo chip cuántico Willow, desarrollado por el equipo de IA Cuántica de Google, representa un paso importante en este camino.

¿Qué es Willow?

O Sauce Es un chip cuántico de nueva generación diseñado para ampliar significativamente la capacidad de procesamiento de datos y superar las limitaciones previas. Si bien Sycamore, el chip anterior de Google, ya había demostrado resultados notables, Willow lleva la tecnología aún más lejos, alcanzando aproximadamente 105 cúbits, además de presentar mejoras sustanciales en el tiempo de coherencia (el periodo en el que un cúbit conserva su información antes de sufrir interferencias del entorno) y la corrección de errores.

La importancia de la coherencia cuántica

Uno de los mayores desafíos de la computación cuántica es mantener la coherencia de los cúbits durante el tiempo suficiente. Anteriormente, los cúbits mantenían su estado coherente durante unos 20 microsegundos, lo que dificultaba la realización de cálculos más largos y complejos. Con Willow, este tiempo ha aumentado a 100 microsegundos, cinco veces más que la generación anterior. Este avance fue posible gracias a las mejoras en el proceso de fabricación y a la nueva planta de producción de chips cuánticos de Google en Santa Bárbara.

Corrección de errores y confiabilidad

La corrección de errores es esencial para la computación cuántica, ya que los cúbits son muy sensibles al ruido ambiental. Con Willow, Google Quantum AI demostró por primera vez la capacidad de reducir exponencialmente los errores al aumentar el número de cúbits. Esta hazaña, buscada durante casi tres décadas, indica que podemos crear sistemas cuánticos más grandes y fiables. Además, la "lógica cuántica" formada por múltiples cúbits dura más que cada cúbit individual, lo que demuestra que la corrección de errores fortalece el sistema en su conjunto.

Rendimiento más allá de la imaginación

Para evaluar la potencia de Willow, el equipo utilizó una prueba llamada Muestreo de Circuito Aleatorio (RCS). En este desafío, el chip cuántico realizó en menos de cinco minutos un cálculo que tardaría unos 10^25 años en una de las supercomputadoras más avanzadas de la actualidad. Esta cifra es tan grande que supera la edad del propio universo, lo que ilustra el enorme potencial de la computación cuántica.

Aplicaciones futuras

Si bien Willow representa un avance significativo, aún queda un largo camino por recorrer para que la computación cuántica pueda aplicarse comercialmente a gran escala. Sin embargo, su desarrollo abre la puerta a la solución de problemas complejos en áreas como el descubrimiento de fármacos, el diseño de nuevas baterías, la optimización de procesos industriales e incluso la investigación en fusión nuclear.

Conclusión

Willow representa un hito en el camino hacia las computadoras cuánticas a gran escala, fiables y comercialmente útiles. Al demostrar avances significativos en coherencia, corrección de errores y la capacidad de superar retos computacionales imposibles para los sistemas clásicos, Willow sienta las bases para un futuro en el que la computación cuántica será un componente fundamental de la innovación científica, industrial y social. A largo plazo, la visión es que estos dispositivos permitirán soluciones más eficientes a problemas complejos, impulsando el progreso en diversos campos y marcando el comienzo de una nueva era de descubrimientos.

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