El almacenamiento en la nube es un camino irreversible. Dicho esto, es importante desentrañar un mito que se está extendiendo: el almacenamiento en la nube está lejos de ser una amenaza. De hecho, es una protección. Y por varias razones.
En primer lugar, los servidores virtuales hoy en día cuentan con una serie de certificaciones de seguridad e infraestructura, que siguen estrictos estándares internacionales de protección. Uno de los elementos que da total seguridad es el cifrado de datos. De esta forma, es posible crear niveles de acceso, evitando que los archivos sean editados o eliminados de forma indebida.
Otro factor que da protección a los datos almacenados en la nube es la política de respaldo eficiente. Sabemos que las empresas que no realizan copias de seguridad de su información pueden perder dichos archivos por una variedad de razones, desde fallas en las máquinas hasta desastres naturales.
Sin embargo, quienes optan por el almacenamiento doméstico siguen siendo vulnerables debido a la fragilidad de objetos como discos duros externos o CD. Con sus datos en la nube, no hay tal preocupación: las copias de seguridad se programan automáticamente e incluso si ocurre una catástrofe, sus datos estarán completamente protegidos.
Junto a este problema, los datos en la nube también brindan alta disponibilidad. Basta pensar en aquellas situaciones en las que tu sistema deja de funcionar por un corte de luz o, en casos más graves, por una catástrofe (incendio, entre otros ejemplos). Con tu información en la nube, los datos no se verán afectados y tendrás tu herramienta siempre disponible.
Por lo tanto, es posible concluir que no se sustenta el argumento de que la computación en la nube pone en riesgo sus datos. De hecho, es una tecnología fundamental para garantizar la seguridad de la información, alta disponibilidad, entre otros beneficios que facilitarán el crecimiento de su negocio.
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