¿Sigues usando SIEM para la detección y respuesta en la nube? 

El panorama de la ciberseguridad ha experimentado una evolución notable a lo largo de los años. Las organizaciones se han adaptado continuamente para proteger sus activos digitales y mantener el cumplimiento, desde los primeros sistemas de detección de intrusiones (IDS) hasta la aparición de Gestión de eventos e información de seguridad (SIEM). Sin embargo, a medida que hacemos la transición a la era de la nube, se produce un cambio fundamental en nuestra forma de pensar sobre la detección y respuesta a amenazas. 

El auge del SIEM 

SIEM, o Gestión de Eventos e Información de Seguridad, tomó forma por primera vez a principios de la década de 2000 con un concepto simple: recopilar el historial de todos los eventos en el entorno de TI. Era una herramienta esencial para monitorear los sistemas locales, proporcionando información en tiempo real sobre lo que estaba sucediendo en un momento dado. 

A medida que las organizaciones se trasladaron a la nube, muchas adoptaron un enfoque de “levantamiento y cambio”, ampliando sus sistemas SIEM para monitorear eventos en el entorno de la nube. Sin embargo, aquí es donde se hacen evidentes las diferencias fundamentales entre los entornos locales y de nube: el nivel de orquestación. 

El desafío de la nube 

La nube funciona de forma totalmente orquestada, donde cada cambio de configuración puede tener un impacto sustancial. Si bien SIEM es excelente para responder la pregunta "¿qué está sucediendo ahora?", no está diseñado para brindar la respuesta crucial a "¿cuál es el impacto de estos eventos?". Se centró en el "qué" y no en el "y qué". 

Al investigar actividades sospechosas, los equipos de seguridad deben comprender el impacto de cada evento y evaluar su naturaleza potencialmente maliciosa. Dentro de SIEM, el equipo de seguridad puede malinterpretar la asignación de un activo a un grupo de seguridad. Requiere mapear los permisos del grupo de seguridad, garantizar su seguridad y determinar con éxito la intención de revelar el riesgo. 

Aunque estas investigaciones pueden llevar horas, pueden plantear riesgos importantes si se malinterpretan. Por ejemplo, si un atacante clona la base de datos RDS y la expone a Internet, las consecuencias técnicas podrían ser desastrosas. Este acto puede provocar acceso no autorizado, violaciones de datos y posible pérdida de datos, poniendo en grave riesgo a toda la organización. 

Esto presentó un desafío importante para los equipos de seguridad y operaciones. Analizar el impacto de cada cambio de configuración de la nube puede llevar mucho tiempo, lo que hace imposible investigar cada evento de manera efectiva. El resultado fue una decisión imposible: ignorar el suceso o desviar recursos valiosos a una investigación. 

El surgimiento de la Detección y Respuesta en la Nube (CDR) 

Al reconocer las limitaciones de las soluciones SIEM tradicionales en la era de la nube, la Detección y Respuesta en la Nube (CDR) ha surgido como un punto de inflexión. Las soluciones CDR eliminan el ruido de los eventos en la nube y permiten a los equipos de seguridad centrarse en lo que realmente importa. Para detectar y responder con éxito en la nube, los sistemas CDR están diseñados para evaluar con precisión el impacto ambiental de cada evento, evitando distracciones innecesarias a los equipos de seguridad. 

Cualidades de una solución CDR eficaz 

Una solución CDR ideal debe poseer varias cualidades esenciales. Debe ser plenamente consciente del entorno único de la organización, los patrones de tráfico, el uso y los requisitos comerciales. Debe comprender las dependencias entre diferentes nodos y proporcionar información contextual, evitando reportar eventos sin contexto. Además, debe ser competente para identificar el comportamiento normal en un entorno de nube saludable y detectar actividad maliciosa cuando se introduce. Lo más importante es que debe correlacionar la postura y los datos con las prioridades empresariales para garantizar que las interrupciones sólo se produzcan cuando sean necesarias. 

Integrando CDR con su infraestructura 

El objetivo principal de una solución CDR es optimizar el manejo de eventos en la nube en su infraestructura. Lo logra descargando efectivamente del SIEM los eventos relacionados con la nube, brindando una perspectiva más clara sobre los riesgos reales y minimizando los efectos disruptivos de las alertas de falsos positivos. Una vez que se complete este proceso de filtrado, las alertas relevantes se transmitirán de regreso al SIEM, lo que permitirá un enfoque más centrado y eficiente para el monitoreo de seguridad. 

Debido a la eliminación de falsos positivos, muchas organizaciones optan por extender este proceso de alerta simplificado a sus plataformas de mensajería instantánea. Esta capa de comunicación adicional garantiza una respuesta coordinada a los eventos de seguridad, mejorando las capacidades generales de gestión de incidentes. 

Seguridad de transmisión: su solución CDR 

Stream Security se destaca como una fuerza pionera en el panorama de CDR al presentar "Cloud Twin". Este modelo innovador analiza continuamente la situación y el tráfico de datos de un entorno, alineándolos con las necesidades comerciales y las protecciones personalizadas. Stream Security permite a los equipos de seguridad detectar amenazas y exposiciones sin ser víctimas de falsos positivos, al tiempo que ayuda a los equipos de operaciones a responder con confianza y rapidez a los esfuerzos de remediación, lo que es ideal para la era dinámica de la nube. 

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Flexa

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